(En coédition avec l’université de Séville)
Mientras iba elaborando su magna edición del San Antonio de Padua, terminada en 1992 y publicada póstuma en 2014, Henri Guerreiro (1941- 2002) emprendió un amplio análisis de la casi olvidada obra hagiográfica del autor del Guzmán de Alfarache.
Quería con ello definir la extrema originalidad de esta historia moderna de la vida de un santo medieval, ocasión para el famoso novelista de tratar algunos de los grandes temas de su tiempo. En una primera parte, la única que pudo escribir, abordaba de manera exhaustiva el examen del contenido teológico del San Antonio, atento siempre a relacionar hagiografía y picaresca, y lograba así echar una luz muy nueva sobre la compleja problemática de la conversión del pícaro, episodio cuya singular relectura sirve de broche de oro a esta reconstrucción sin equivalente del trasfondo teológico de la novela de la vida de Guzmán.